terça-feira, 1 de maio de 2018

Mohamed na Sala(h) de Ronaldo e Messi

Salah recebeu o prémio de jogador do ano da Premier League
Esqueçam todos aqueles que, ao longo da última década, partilharam o pódio da Bola de Ouro com Cristiano Ronaldo e/ou Lionel Messi. Esqueçam Fernando Torres (2008), Xavi (2009, 2010 e 2011), Andrés Iniesta (2010 e 2012), Franck Ribéry (2013), Manuel Neuer (2014), Neymar (2015 e 2017) e Antoine Griezmann (2016). Nenhum deles apresentou argumentos – leia-se performances e números - para discutir o troféu de melhor jogador do mundo como Mohamed Salah está a fazer este ano ao serviço do Liverpool.


A disputar uma liga que não contempla jogos fáceis e integrado numa equipa que não conquista o título nacional desde 1989/90 e que não chegava tão longe na Liga dos Campeões há mais de uma década, o avançado egípcio de 25 anos está a apresentar números bastante semelhantes aos dos astros português e argentino. Os 31 golos que leva na Premier League dão-lhe a vice-liderança na corrida à Bota de Ouro e permitiram-lhe, a três jornadas do fim, igualar o recorde do campeonato inglês, repartido por Alan Shearer (Blackburn Rovers, 1995/96), Cristiano Ronaldo (Manchester United, 2007/08) e Luis Suárez (Liverpool, 2013/14). Em todas as competições, o número de remates certeiros sobe para 43. E 43 foi precisamente o número de golos que o atacante africano faturou nas três temporadas anteriores, ao serviço de Chelsea (zero), Fiorentina (nove) e Roma (34).

Contudo, os desempenhos individuais de um jogador não podem ser avaliados apenas por uma folha de excel. Além dos números, impressionam as exibições do faraó, que em boa hora o Basileia trouxe para a Europa em 2012. Dotado de um pé esquerdo refinadíssimo, Salah tem, à exceção do jogo aéreo – o 1,75 m não dá margem para muito mais… -, tudo o que um atacante de topo pode ter: técnica, velocidade, capacidade de drible, frieza na zona de definição e classe, muita classe. A forma como na terça-feira da semana passada colocou a bola no ângulo no lance do primeiro, picou a bola sobre o gigante Alisson na jogada do segundo e serviu de bandeja Sadio Mané e Roberto Firmino para os segundo e terceiro golos no encontro diante da Roma (5-2), servem de cartão-de-visita de uma temporada absolutamente fantástica e improvável.

Marca, assiste e dá espetáculo. Parte geralmente da direita, virado para dentro do terreno do jogo (e não do meio), e fá-lo suportado por médios como Henderson, Milner, Chamberlain ou Wijnaldum, que tão modestos aparentam ser quando comprados com Modric, Kroos, Iniesta ou Rakitic. Em Inglaterra, já ganhou o prémio de melhor jogador da Premier League em 2017/18, e recebeu de Michael Owen – antigo Bola de Ouro (2001) ao serviço do Liverpool – um elogio tremendo: “Ele está a fazer com que os meus registos e os de avançados como Robbie Fowler, Fernando Torres e Luis Suárez parecerem medianos.”









2 comentários:

  1. Boa noite
    Só uma correção, o Liverpool só falta fazer 2 jogos na liga e não 3 como diz

    ResponderEliminar
  2. Para Mohamed Salah hay cosas mucho más importantes que el fútbol, a pesar de que es actualmente uno de los jugadores más en forma del planeta y reconocido a nivel global, la estrella del Liverpool tiene los pies en el suelo con la mirada puesta siempre en su tierra.

    En un reportaje elaborado por The Sun, dos reporteros egipcios viajaron hasta Nagrig, el pueblo donde nació Salah a unos 129 kilómetros del Cairo en 1992. Egipto, envuelta en una guerra que dura años, vive momentos de pobreza extrema, por eso el delantero de los ‘reds’ ayuda constantemente a la gente de su pueblo para tener una vida mejor. En la actualidad, gracias a sus aportaciones, se están construyendo un hospital, un centro para jóvenes y un colegio.

    Salah, que gana más de 100.000€ al mes y tiene un valor de 200 millones, compró la primera ambulancia del área y numerosos equipamientos médicos que mejoran la vida de decenas de personas día a día. Junto a su organización benéfica, aporta cerca de 3.500€ mensuales para apoyar a las familias de Nagrig. Tras su fichaje por el Liverpool, lo primero que hizo fue colocar 240.000€ en un fondo monetario de Egipto.

    Por su país se le conoce como “creador de felicidad” y es todo un héroe de masas, incluso en las últimas elecciones llegó a acumular casi un millón de votos en las papeletas que resultaron nulas, siendo el segundo más votado tras Al Sisi, que venció con solvencia. El alcalde de Nagrig, Maher Shatiyah, es un gran amigo de Salah y además gerente de la fundación de caridad del delantero, reconoce orgulloso el trabajo que realiza en su pueblo: “A pesar de su popularidad nunca se ha olvidado de su ciudad. Nos ha dado muchas formas de asistencia, la primera fue una serie de puntos de venta de comestibles, así como la primera ambulancia del pueblo”.

    Salah, también se involucra en la educación de los más jovenes, por ello está construyendo una escuela para niñas en un terreno de 1.500 metros cuadrados, descargando del desembolso para muchas familias de tener que enviar a sus hijas en el autobús fuera del pueblo para estudiar. El ex de la Roma, que se casó en Nagrig cuando tenía 20 años con Magi, siempre regresa a casa para celebrar el Ramadán y tiene un detalle con los recién casados, regalándoles objetos útiles para sus hogares.

    Otra de las historias que explican el valor de Salah ocurrió durante el decisivo encuentro entre Egipto y el Congo, donde un penalti anotado por el egipcio al final del partido otorgó la clasificación al Mundial de Rusia para su selección. Mamdouh Abbas, ex presidente del Zamalek y una de las personas más poderosas del país, ofreció a Salah una bonificación millonaria por su gol, pero el del Liverpool le pidió que ese dinero fuera destinado a suministros médicos para su pueblo. El aspecto de la salud es el que más preocupa a la estrella egipcia y por eso gastó 11.500€ en un dispositivo que detecta de forma prematura la artritis reumatoide para prevenir enfermedades cardiacas. La máquina sirve a más de 50 personas a diario. “Salah tuvo el sueño de hacerse rico para poder ayudar a su gente” cuenta el Dr. Al-Ghamrawi, que dirige un programa nacional para combatir la enfermedad. Como muestra de agradecimiento, una escuela de Basyoun y un centro deportivo de Nagrig llevan su nombre.

    El reportaje del The Sun recoge cantidad de testimonios, tanto de ciudadanos de a pie como de personalidades públicas, agradeciendo a Salah todo el trabajo comunitario que realiza y mejorando la calidad de vida de cientos de personas, porque como dijo en su discurso al recoger el premio al Jugador Africano del Año “Nunca dejes de soñar, nunca dejes de creer”. Salah es mucho más que una gran estrella del fútbol.

    ResponderEliminar